El abanico de Lady Windermere - Ernst Lubitsch
Director: Ernst Lubitsch.
Guión: Julien Josephson, basado
en la obra homónima de Oscar Wilde.
Productora: Ernst Lubitsch para Warner Brothers Pictures.
Estreno: 1 de diciembre de
1925.
País: EEUU.
Lady Windermere recibe la visita de Lord
Darlington, que le declara su amor, pero la muchacha le rechaza, refiriéndole
que ama a su marido. A su vez, Lord Windermere es citado por una desconocida,
Mrs Edith Erlynne, quien le confiesa que es la madre de su mujer. Gracias a los
cheques de Lord Windermere, Mrs Erlynne lleva una vida extravagante, que la convierten
en la comidilla de toda la ciudad y en la obsesión del millonario Lord Augustus
Lorton.
Lady Windermere recibe de su marido un
abanico como regalo de cumpleaños. Pero la actitud de éste para con Mrs Erlynne
despiertan en su joven esposa dudas sobre su fidelidad. Su indignación crece
cuando Mrs Erlynne se presenta en su fiesta de aniversario. Así que decide
abandonar a su marido y acudir al domicilio de Lord Darlington, dejándole a aquel
una nota. Mrs Erlynne, más pendiente del comportamiento de su hija que de las
pretensiones matrimoniales de Lord Lorton, descubre la nota y parte tras los
pasos de Lady Windermere. Cuando la encuentra, intenta convencerla para que
vuelva con su marido y de que ella no tiene nada que ver con él. En ese momento
llega Lord Darlington acompañado de los otros invitados, incluido Lord Windermere.
Este, al descubrir allí el abanico de su esposa, pide explicaciones a
Darlington. La disputa se interrumpe cuando, ante la sorpresa de todos, de la estancia
contigua, surge Mrs Erlynne que dice haber tomado el abanico por equivocación.
Al día siguiente, Mrs Erlynne, antes de
partir para Francia, se despide de Lady Windermere, quien desconocedora de su
parentesco real, ha llegado a hacerse su amiga. En el portal de los Windermere,
Mrs Erlynne se encuentra con Augustus, a quien la mujer consigue interesar de nuevo,
fingiéndose indignada por su atrevimiento de anoche.
El cuarto film que Ernst Lubitsch rueda para
la Warner Brothers está basado en la obra homónima del escritor británico Oscar
Wilde. A pesar de constituir una adaptación bastante fiel a su original, la
película no contiene ni un solo epigrama de Wilde, al considerarlos el
realizador no adecuados para el cine mudo. El problema queda solventado por
Lubitsch mediante una inteligente decisión: convertir la letra en imágenes.
Lady Windermere's fan no es sólo
una realización de bella factura, en donde eficaces actores, elegantemente
ataviados, se mueven entre lujosos decorados. Lubitsch consigue extraer todos los
temas puestos en juego en la obra de Wilde y, tras limpiarlos cuidadosamente
hasta dejarlos en estado puro, los reordena a placer y los intensifica. Así, la
decadencia, el amor, el dolor, el duelo y la vergüenza pasan a formar parte del
universo lubitschniano de una manera natural. Al trío clásico, ya
presente en otras obras del realizador, se suma esta vez la decisiva presencia de
un cuarto personaje: el de la señora Erlynne, madre de Lady Windermere.
Introduciéndose en la hipócrita alta sociedad londinense, la señora Erlynne logrará
ponerla en evidencia y manipularla a su antojo.
Lubitsch juega con el hecho de hacer su
cómplice al espectador, mostrándole información que le es negada a los
personajes. Al complicarse la trama, llega un momento en que la revelación
inicial se muestra insuficiente para intuir el desenlace; pero de éste, sólo el
realizador tiene la llave. Como una prolongación cinematográfica del gusto
wilderiano por lo indirecto, Lubitsch realiza una creativa utilización del espacio
en off llegando a dotarlo de vida, y una sugerente división del campo
fílmico en diversos subespacios. Con
todo ello, también la personalidad visual de la película está asegurada. La
cinta es elogiada por la crítica americana, que la selecciona entre las diez
mejores películas del año.
Luis
Enrique Ruiz
Obras
Maestras del Cine Mudo
No hay comentarios:
Publicar un comentario