Shoulder Arms
Director:
Charles Chaplin.
Guión: Charles Chaplin.
Productora:
Charles Chaplin
para Charles Chaplin Film Corporation.
Estreno:
20 de octubre de
1918.
País:
EEUU.
Una
torpe escuadra, dentro de la cual destaca Charlot, realiza instrucción durante la Guerra Mundial. Ya en el
frente, la dura vida de las trincheras: lluvia de obuses, reparto de cartas y
paquetes. Charlot recibe un oloroso queso, que utiliza como arma arrojadiza
contra el enemigo, luego descansa en un cobertizo medio inundado, y participa
en el asalto de una trinchera alemana, haciendo trece prisioneros.
Charlot
se ofrece voluntario para adentrarse en las líneas enemigas. Con ese fin se
disfraza de árbol, y uno tras otro, deja sin sentido a un grupo de alemanes. Después,
evita el fusilamiento de un sargento de su compañía, siendo perseguido luego
por el pelotón enemigo. Huyendo de ellos, Charlot llega hasta una casa en
ruinas, donde todavía habita una joven francesa. Al llegar los alemanes, él consigue
escapar, pero la joven es detenida por colaboracionista. Casualmente, el Kaiser
y dos altos colaboradores realizan por allí una visita a sus tropas. Vestido
con el uniforme de un oficial alemán, Charlot rescata a la joven y al sargento,
otra vez prisionero; se hace pasar por el chófer del Kaiser, y con sus amigos,
conduce a éste hasta las líneas aliadas, donde es detenido. En ese momento
Charlot es despertado por dos soldados que le invitan a continuar la
instrucción. Todo ha sido un sueño.
Considerando
muy arriesgado el bromear con un tema tan candente como la Guerra Mundial en
curso, son varios los compañeros, incluyendo a Cecil B. DeMille, que intentan
persuadir a Charles Chaplin de que desista de desarrollar esa idea, como motivo
para su segunda película con la First National. No obstante, Chaplin ha
encontrado un filón de inspiración al que no está dispuesto a renunciar por lo
que, desoyendo todos los consejos, decide seguir adelante con su proyecto.
Shoulder
Arms es concebida inicialmente
como una película de cinco rollos. El primero de ellos ha de titularse: La
vida en el hogar, el tercero: La guerra y el quinto: El banquete.
Pero el cómico, en la intención de preservar el pasado del soldado y presentarle
como un hombre del que nada se sabe, decide modificar la obra; desecha del
montaje definitivo la parte inicial, ya rodada y obvia la filmación de la última
parte, eliminando de ese modo todo aquello que pueda distraer la atención del
poderoso discurso del film: una visión humana y profunda de lo absurdo de la
vida en las trincheras.
El
desagrado que ya de por sí le produce a Chaplin trabajar en exteriores («La
concentración y la inspiración se desvanecen con el viento», declara), se incrementa
ante la enorme ola de calor que todos los miembros del equipo se ven obligados
a soportar durante el rodaje. Además, la negativa de la productora a sufragar
los gastos extraordinarios que van surgiendo, determina una prolongación en los
tiempos programados y dejan a Chaplin cansado y desanimado.
En
un momento de inseguridad, el cómico llega a confesar a su amigo Fairbanks, la
tentación de tirar la cinta al cesto de los papeles. Doug, que no para
de reírse al visionar la cinta en un pase privado, devuelve a Chaplin la
objetividad, haciéndole ver su error.
Estrenada
el 20 de octubre de 1918 en el Strand Theatre de Nueva York, le película
alcanza pronto una enorme resonancia mundial y aunque no faltan los que
critican sus tintes pacifistas, -el armisticio aún no se ha firmado-, la gran
mayoría la aclama como la obra maestra que es.
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