Director: Fred
Niblo
Guión: Carey
Wilson, Bess Meredyth,
June Mathis, basado en la novela de Lew Wallace
Productora:
Louis B. Mayer,
Samuel Goldwyn, Irving Thalberg para la Metro-Goldwyn-Mayer
Estreno:
30 de diciembre de
1925
País:
EEUU.
24
de diciembre. José de Nazaret y su mujer María llegan a Belén. Esa noche tiene
lugar el nacimiento de Cristo, el esperado Salvador. Año 26. El pueblo judío es violentamente
reprimido por los romanos. Judah Ben-Hur visita a Messala, compañero de juegos de
la infancia, hoy convertido en centurión romano. Pero su amigo ha cambiado,
ambos discuten.
Mientras
la comitiva que traslada al tirano Gratus pasa cerca de la casa de Judah, se
desprende una teja. Interpretado como un atentado, el joven, junto con su madre
y su hermana son detenidos por Messala. Judah es sentenciado a galeras de por
vida. Camino del mar, en Nazaret, el hijo de José, el carpintero, da de beber
al sediento Ben-Hur.
Pasan
tres años. La embarcación de Judah es atacada por los piratas, pero él, en
medio del sangriento combate, consigue escapar, pero antes salva al tribuno Quintus
Arrius. Rescatados de una balsa por la flota imperial, el tribuno adopta al
joven Hur, y ambos regresan a Roma, donde Ben-Hur se convierte en un atleta ganador
de carreras de cuadrigas.
El
recuerdo de su familia hace a Judah regresar a su tierra. En Antioquía
participa como auriga de Ilderim en una carrera de cuadrigas enfrentándose a su
ahora enemigo Messala.
Ben-Hur
gana la carrera y Messala pierde la vida. Con el dinero obtenido, el judío
recluta dos legiones para ponerlas a disposición del nazareno, a quien
considera el salvador de su pueblo, pero éste las rechaza y predica la paz.
Esther,
de quien Judah está enamorado, encuentra a la madre y a la hermana de Ben-Hur
en el valle de los leprosos, y las conduce ante Jesucristo. Éste, camino del
calvario, las sana. Tras la muerte de Jesús, la familia de Ben-Hur regresa a su
casa en la convicción de que algo ha cambiado.
Desde
la realización por la Kalem Company en 1907 de un cortometraje sobre la obra de
Lew Wallace, Ben-Hur, son
numerosos los productores que pugnan por llevarla a la pantalla como
largometraje, hasta que finalmente Samuel Goldwyn consigue hacerse con los
derechos. June Mathis, diseñadora y supervisora de producción de la compañía,
tras no llegar a un acuerdo con Rex
Ingram y von Stroheim, elige a Charles J. Brabin como realizador y a George Walsh en el papel protagonista.
Los
inicios del rodaje en Italia y Egipto están llenos de irregularidades, lo que
determina a Irving Thalberg, como máximo responsable de la recientemente
fusionada MGM, a introducir importantes cambios.
En
la dirección, Fred Niblo sustituye a
Brabin, y Ramon Novarro será Ben-Hur
en lugar de Walsh. June Mathis es igualmente destituida, y se determina que
todo el equipo regrese a casa y el film sea terminado en Culver City. En total,
el rodaje va a prolongarse durante tres años.
Filmada
sin escatimar gastos y con el convencimiento de que la película dará prestigio
al nuevo estudio, Ben-Hur rezuma
ante todo espectacularidad, destacando dos momentos estelares: la batalla naval
-filmada parte en el mar de Livorno, parte en una piscina- y la carrera de
cuadrigas, para la cual se reproduce en Hollywood el impresionante Coliseo de Antioquía,
en lo que constituye el clímax final de la película. Dicha carrera, se efectúa realmente
ante cuatro mil espectadores y es filmada en una sola toma con mas de 40
cámaras, convirtiéndose en una de las secuencias más emocionantes y dramáticas
jamás presenciadas. Sobre ella se insertaran posteriormente los planos de
Novarro y Bushman.
La
película se estrena el 30 de diciembre de 1925 en el George M. Cohan Theatre de
Nueva York y va a conocer un enorme éxito, llegando a recaudar más de nueve
millones de dólares. Todo un récord, que no evita que la compañía no llegue a
recuperar, en su momento, el total de su inversión.
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