lunes, 13 de agosto de 2012

El navegante - Buster Keaton


The Navigator
Director: Buster Keaton, Donald Crisp.
Guión: Clyde Bruckman, Joseph A. Mitchell, Jean C. Havez, Buster Keaton.
Productora: Joseph M. Schenck para Buster Keaton Productions, Inc.
Estreno: 12 de octubre de 1924.
País: EEUU.

Rollo Tradway es un joven millonario que planea una luna de miel en barco tras su boda con su novia y vecina Betsy. Pero ésta, harta de la timidez de su prometido, le rechaza y Rollo decide entonces realizar el viaje solo.
El muchacho se embarca por error en el Navigator, perteneciente al padre de Betsy, pero esa misma noche, el barco es saboteado por unos agentes extranjeros y queda a la deriva. Por la mañana, Rollo descubre su delicada situación, y encuentra a Betsy, que casualmente también había embarcado la noche anterior. Ambos constituyen toda la tripulación del navío y su incompetencia ante las tareas del barco es manifiesta. Al preparar la comida, o al izar involuntariamente la bandera de cuarentena cuando avistan otro barco, evidencian una y otra vez su marcada inutilidad. Al día siguiente, cuando ya han ideado unos artilugios para facilitarles la tarea, avistan tierra.
En ese momento, el barco se avería, y Rollo desciende a repararlo vestido de buzo. En el fondo es atacado por dos peces espada, y utilizando la espada de uno como arma, el muchacho mantiene un reñido duelo con el otro pez. Entre tanto, los caníbales raptan a Betsy y la llevan hasta la playa, pero huyen despavoridos cuando Rollo surge de las aguas con su traje de buzo. Los dos jóvenes regresan al barco, siendo de nuevo acosados por los caníbales. Estos acaban ocupando el navio, obligando a la pareja a saltar al agua, de donde son rescatados en el último momento por un submarino que surge inesperadamente del fondo del mar.

Las discrepancias que surgen en el transcurso del rodaje, entre sus dos co-directores, Keaton y Crisp, son continuas. Ello no es de extrañar si tenemos en cuenta, que Donald Crisp ha aprendido la técnica de dirección de David W. Griffith, para quien ha trabajado como actor en The Birth of a Nation y Broken Blossoms.
Aunque resulta evidente que los planteamientos cinematográficos del maestro Griffith son radicalmente opuestos a los del universo diseñado por Keaton, esto no va a impedir, afortunadamente, que The Navigator  termine siendo un film redondo.
La irónica visión que Keaton ofrece de la clase adinerada constituye el elemento fundamental a la hora de desarrollar la historia. Esta, por otra parte, no resulta sino un mero pretexto, un discurrir de situaciones ante las cuales la atenta mirada del gran cómico puede explayarse a gusto, y conseguir una sucesión de gags inolvidables.
Su personaje, Rollo Treadway, no concibe el atravesar la calle sin su Rolls, no sabe abrir una lata de conservas ni su novia Betsy preparar un café, ya que en el mundo en que viven no lo necesitan. Y cuando fruto de la necesidad, redescubren soluciones a sus problemas, éstas son absolutamente abigarradas y están fuera de lugar.
Realmente antológica resulta la secuencia que muestra a Rollo con su traje de buzo en el fondo del mar, en la que comienza a reparar el barco, sólo tras señalizar convenientemente la avería. Momentos después tiene lugar la hilarante lucha del buzo contra el pez espada, en una pugna justa como pocas, ya que tiene lugar utilizando ambos las mismas armas. La súbita irrupción del submarino, en la escena final, es tan surrealista como eficaz.
La película, que ha costado solo 215.000 dólares –incluyendo 25.000 dólares de gasolina para el barco, su alquiler, tripulación y la costosa escena bajo las aguas-, recauda en taquilla más de dos millones a las pocas semanas de exhibición, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos económicos del cómico de Kansas.







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