The King of Kings
Director: Cecil
B. DeMille
Guión: Jeanie MacPherson, basado en el Nuevo Testamento
Productora:
Cecil B. DeMille
Pictures para Paramount
Estreno:
19 de abril de 1927
País:
EEUU.
Mientras
Judea gime bajo el yugo romano, María Magdalena, una cortesana, se muestra
enfadada por la no asistencia a su casa de Judas Iscariote. Enterada de que se
ha unido a un carpintero de Nazaret, apuesta a que es capaz de arrebatárselo.
La muchacha se presenta en casa de Jesús el Nazareno, cuando éste realiza
curaciones milagrosas. Al ver a Jesús, la muchacha queda purificada, siendo
expulsados de su persona los siete pecados capitales.
El
Sumo Sacerdote Caifas ve en Jesús una amenaza para sus intereses comerciales en
el templo. Trata de tenderle una trampa: le envía una adúltera para que la
castigue, pues según la ley de Moisés, debe de ser lapidada, pero en el
convencimiento de que Jesús no será capaz de ordenar su muerte. Efectivamente, Jesús
no la condena, alegando que el que esté libre de pecado que tire la primera
piedra.
El
hijo de Dios recorre los pueblos enseñando la Ley de su Padre y ayudando a los necesitados, como
a Lázaro, el hermano de Marta y María, al que resucita.
Tras
expulsar a los mercaderes del templo, Jesús es aclamado por la multitud como un
rey, pero él les dice que su reino no es de este mundo. Traicionado por Judas
ante Caifás por 30 denarios de plata, el Maestro celebra con sus discípulos la
última cena, y luego se retira a orar a Getsemani, donde el discípulo traidor
le entrega con un beso.
Jesucristo
es azotado y en su cabeza le colocan una corona de espinas. Sobornado por
Caifás, el gentío pide la muerte del nazareno, ante lo cual el gobernador romano
de Judea, Pilato, se lava las manos. Judas, presa de terribles remordimientos,
se ahorca.
Jesús
es crucificado en el monte Calvario entre dos ladrones. A su muerte, la tierra
tiembla. Tres días más tarde, el día de Pascua, Jesús resucita como había
anunciado y se presenta ante los Apóstoles. Les ordena predicar por el mundo la Palabra de Dios.
Sin
querer poner en tela de juicio el grado de convencimiento con que Cecil B. De Mille declara que, él no ha
escrito la Biblia ,
bien es cierto que el prestigioso realizador se considera, cuando menos, un
discípulo aventajado de Cristo. Por eso, haciéndose eco del mandato del Maestro
de llevar a todas partes del mundo su mensaje, De Mille se impone desempeñar con
The King of Kings una misión
importante en el espíritu de ese mandato. Para la que ha de ser su empresa más importante,
y una de las mayores superproducciones de la historia del cine, De Mille realiza
junto a su equipo de colaboradores, un intenso trabajo de asesoramiento
fundamentado en un minucioso estudio de la Biblia , lo que queda reflejado en la gran cantidad
de citas del libro sagrado que aparecen en los intertítulos.
Además,
el director se inspira en los lienzos de los grandes maestros de la pintura y
en el trabajo de iluminación que éstos efectúan, para componer extraordinarias imágenes,
que asemejan bellos cuadros vivientes en un auténtico esfuerzo de transcripción
pictórica. Tales orígenes plásticos contagian, sin embargo, a la película de un
cierto estatismo, que ayudan a enmarcar la presencia de un Cristo rigurosamente
fiel a los textos evangélicos y que, salvo en contadas excepciones -como en la
escena de la muñeca en la que aparece más humano-, nos es mostrado como un ser
lejano y literal.
En
medio de un enorme despliegue publicitario, la película se estrena el 19 de
abril de 1927 en el Gaiety Theatre de Nueva York. El film es objeto de ataques por
varios grupos religiosos, tanto judíos como cristianos, que no aprueban el
comercio que de la vida de Cristo supone la cinta. Pero cuando el realizador destina
las ganancias a obras benéficas, las voces se acallan, y el film obtiene un
éxito clamoroso.
Traducida
a 27 idiomas The King of Kings acaba convirtiéndose en una de las
películas más vistas de la historia. De Mille, sin duda, ha logrado su objetivo.
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