martes, 31 de julio de 2012

Ghosts before breakfast (1) - Hans Richter - Film Dadaísta


Ghosts before breakfast - Hans Richter - Film Dadaísta (2)


Tire-au-flanc - Jean Renoir


Menschen am Sonntag - Robert Siodmark


Los hombres del domingo / Gente en domingo
Director: Robert Siodmak 
Productora: Filmstudio 29-Heinrich Nebenzahl
Distribuidora: Stein-Film Gmbh, Berlín
País: Alemania

Sábado por la tarde. Los trabajadores salen de las fábricas y oficinas. Los transeúntes, ociosos, se agolpan en las calles de la urbe. El taxista Erwin, que también ha finalizado su jornada, regresa a su casa. Christl, su esposa, le espera para ir al cine, pero una discusión les hace desistir de sus planes.
Domingo. La ciudad se despierta, y poco a poco sus avenidas vuelven a cobrar vida. En la parada del tranvía, Wolfgang, un joven representante de vinos, conoce a Annie, una bella muchacha, que accede a pasar el día con él. Ambos se citan para más tarde. Wolfgang va en busca de su vecino Erwin, con la intención de que él y su mujer, les acompañen en la excursión dominical. Pero el taxista deja a su esposa aún dormida y acude solo; no así Annie, que llega acompañada de Brigitte, una amiga que trabaja en la tienda de discos. Los cuatro amigos llegan a orillas del lago Nicolás, en donde mucha gente disfruta ya del día de asueto.
Wolfgang corteja a Annie, pero al ser rechazado por ésta, Brigitte se convierte en el centro de sus atenciones. La joven rubia acaba cediendo ante la insistencia del representante. Sobre la hierba, Wolfgang y Brigitte hacen el amor. Al caer la tarde, el grupo regresa a la ciudad y se separa. Erwin llega a su casa, encontrándose a su mujer, todavía somnolienta.
Lunes por la mañana. La población se dirige a su trabajo en distintos medios de transporte. La ciudad, sumida en la vorágine, recupera su rutina.

Reunidos en un café un día de la primavera de 1929, un grupo de jóvenes entusiastas del cine deciden rodar juntos una película. Son Robert y Kurt Siodmak, Billy Wilder, Edgar G. Ulmer, Eugen Schüfftan, Fred Zinnemann y Moritz Seeler.
El grupo se pone a trabajar bajo la dirección de Robert Siodmak pero, al contar con un bajísimo presupuesto, se ven obligados a rodar sólo durante los fines de semana, único tiempo del que disponen los actores, que no son profesionales.
La película la plantean como un reto experimental, y en ella, bajo el espíritu de la improvisación, se analizan hechos intrascendentes, aparentemente elegidos al azar, de las vidas de cinco personajes en un día de domingo. Aunque la ausencia de dramatización de los actores y la inserción en el film de abundantes planos documentales dota a la cinta de la apariencia de un reportaje, la cuidadosa planificación narrativa y la unidad descriptiva de la película, descubren su elaborada concepción.
Tanto las corrientes de Nueva Objetividad y su enfatización de mostrar la vida tal cual es, como las experiencias radicales de Dziga Vertov y, sobre todo, el film del vanguardista Walther Ruttmann Berlín, Die Simphonie einer Grosstad (1927), se erigen en las fuentes de inspiración de esta original obra.
Por primera
vez, el acercamiento a la gente corriente no se realiza desde el melodrama patético o la sórdida tragedia a la que los hechos abocan irremisiblemente. En esta ocasión, son personajes auténticos los que se mueven en ambientes perfectamente reconocibles y que se muestran tal y como son en realidad.
La película se estrena el 4 de febrero de 1930 en el Ufa-Theater Kurfurstendamm. Al día siguiente, toda la crítica alemana la aclama con entusiasmo. Su éxito, tanto en Alemania como en el extranjero, tiene como consecuencia que Robert Siodmak sea contratado por la Ufa y que, para el resto de sus compañeros, sea éste el inicio de sus prometedoras carreras en el medio cinematográfico.









;enschen am sonntag - Robert Siodmark


lunes, 30 de julio de 2012

Rien que les heures - Alberto Cavalcanti (2)


Rien que les heures - Alberto Cavalcanti


Le sang d´un poète - Jean Cocteau - Texto


La sangre de un poeta
Intérpretes: Enrique Rivero (el poeta), Lee Miller (la estatua),

Tocado de genialidad, Jean Cocteau no podía postergar su encuentro con el cine, ese «soñar despierto». Su primera película, en el amanecer del sonoro, quedará como un modelo para los amantes de fantasmas cinematográficos.

Es difícil resumir la trama de una película que su autor quiso que fuera «tan libre como un dibujo animado». Se pueden distinguir tres partes: 1) Un estudio de artista: Ante la exhortación de una estatua bruscamente dotada de vida, un escultor se sumerge en el espejo de su cuarto y hace un extraño viaje a una dimensión desconocida... 2) Ciu­dadMonthiers: Unos niños juegan en la nieve. Una bola asesina golpeará en pleno pecho a un muchacho: su agonía alegrará una velada de espectadores aburridos. 3)Cuadro vivo: La mujer estatua, una lira, una cabeza de toro, un mapamundi... Es el «envío» a Eleusis y a sus misterios, ritual que siempre ha fascinado al poeta.

La travesía experimental del espejo

Película decididamente vanguardista, La sangre de un poeta se benefició de una sub­vención de la familia de Noailles (igual que La edad de oro de Buñuel, y Les mystéres du chateau de Dé, de Man Ray). Incluye diversas obsesiones que volverán a encontrarse en otras obras novelescas o teatrales de Cocteau, por ejemplo Los niños terribles (1929) o El joven y la muerte (ballet, 1946). Es una ilustración un poco esquemática, pero bienfilmada, de los temas más caros del poeta: el narcisismo, la homosexualidad, la búsque­da a tientas de la identidad. Jean Cocteau (1889-1963) mezcla a gusto lo real y el arti­ficio, según una sutil dosificación; llegado el caso interviene en persona en la «acción» y registra los latidos de su corazón. El resultado puede llegar a ser irritante; no por ellodejará de ser la dirección de una búsqueda fructífera para el cine «experimental», que los norteamericanos en particular no se privaron de explotar.
Veinte años más tarde, Cocteau, que entre tanto se había expresado de manera más clásica en el dominio de lo maravilloso filmado (La Bella y la Bestia, 1946), desarrollará las bromas privadas de La sangre de un poeta en una película más contro­lada, «entre perro y lobo», Orfeo, con Jean Marais y Maria Casares. Clausurará este ciclo de la «travesía del espejo» en El testamento de Orfeo (1960).

                                        PELÍCULAS CLAVE DE LA HISTORIA DEL CINE 












Le sang d´un poète - Jean Cocteau - (1)


Le sang d´un poète - Jean Cocteau - (2)


Tierra sin pan - [Las Hurdes] - Luis Buñuel (1)


Tierra sin pan [La Hurdes] - Luis Buñuel - (2)


L´Age d´Or - Scene erothique - Luis Buñuel - (1)


L´Age d ´Or - Luis Buñuel - (2)


domingo, 29 de julio de 2012

Un chien andalou


Un perro andaluz
Directores: Luis Buñuel, Salvador Dalí
Guión: Luis Buñuel, Salvador Dalí
Producción: Luis Buñuel, Salvador Dalí
E: 6 de junio de 1929
País: Francia

Un hombre afila una navaja de afeitar y con ella corta el ojo de una mujer.
Ocho años después. Un joven ciclista extrañamente ataviado, pedalea por entre las calles. Una mujer que le observa desde su ventana ve como el ciclista se desploma; rápidamente la joven baja a la calle y besuquea al joven. En la habitación, la mano del ciclista se cubre de hormigas.
Una mujer vestida de hombre que empuja con su bastón una mano cortada es atropellada por un coche. Dentro de la casa, el joven acaricia los pechos de la mujer. Esta huye y el ciclista la persigue, pero se lo impide el peso de dos sacerdotes y dos pianos de cola con dos burros putrefactos encima. La mano del ciclista queda atrapada en la puerta y vuelve a cubrirse de hormigas.
Hacia las tres de la mañana llega un extraño que rompe el vestido que el ciclista ha vuelto a colocarse, y lo tira por la ventana.
Dieciséis años antes, el extraño, que resulta ser él mismo en su juventud, da dos libros al ciclista. Los libros se convierten en revólveres, y el ciclista dispara contra el extraño que cae muerto en una campiña. Su cuerpo es trasladado por unos señores.
La mujer ve una mariposa en la pared y el ciclista se borra la boca de la cara con la mano. En su lugar le aparece el sobaco de la mujer; ella le saca la lengua y se va. La mujer llega a la playa, donde besa a al hombre que la espera. Entre las rocas descubren las ropas del ciclista.
En primavera el hombre y la mujer están enterrados en la arena hasta la cintura.

En esta época, el interés de Luis Buñuel por el cine es muy grande y propone a su amigo Salvador Dalí el realizar una película juntos. Será la confluencia de los sueños de ambos (la mano de Dalí, llena de hormigas; y Buñuel, cortando el ojo a alguien) el germen que va a dar origen a Un chien andalou.
El guión está terminado en una semana y en su realización sólo prevalece una máxima, la de no aceptar ninguna idea que pueda conducir a una explicación racional de la historia. La película se financia con la mitad de las 25.000 pesetas que le ha dado a Buñuel su madre. La otra mitad se la ha gastado el futuro realizador en juergas con los amigos.
Si bien su fondo es absolutamente irracional y la falta de concordancia entre las escenas manifiesta (tanto en lo espacial como en lo temporal), una por momentos supuesta coherencia de los personajes, así como la insistencia por parte del realizador en subrayar determinados objetos, invita al espectador a intentar encontrar explicaciones lógicas a lo irracional.
El título, Un perro andaluz -explica Buñuel-, obedece a un libro de poemas que él tenía listo para imprimir en 1927 y no es, como asegura García Lorca, un insulto contra su persona.
La película se preestrena en abril de 1929 en el Studio des Ursulines de París. A pesar de su clara intención provocadora, de los numerosos desmayos que origina, de dos abortos que tienen lugar durante su proyección y de la presentación de más de 30 denuncias en la comisaría de policía, la película no es prohibida y permanece 9 meses consecutivos en cartel. La aceptación que el film obtiene entre los miembros del grupo surrealista provoca la integración de Buñuel en su movimiento, aunque luego, a algunos de ellos, les irrite sobremanera y les cueste entender el gran éxito de audiencia de una película dirigida a ofender precisamente al público que la aplaude.













Un perro andaluz - Luis Buñuel (1)


Un perro andaluz - Luis Buñuel (2)


Anémic Cinema - Marcel Duchamp


L'étoile de mer - Man Ray


La estrella de mar
Dierctor: Man Ray
Guión: Robert Desnos
Productora: Man Ray
Estreno: 28 de septiembre de 1928
País: Francia

Un hombre y una mujer disfrutan de un tranquilo paseo. La joven se detiene para ajustarse la media, hecho que no pasa desapercibido a su acompañante.
«Los dientes de las mujeres son objetos tan encantadores que sólo deberían ser vistos en un sueño o en un instante de amor».
La pareja sube a la habitación de la muchacha, donde ésta se desviste y se mete en la cama. El hombre simplemente dice adiós y se marcha.
La mujer vende periódicos en la calle, el hombre se le acerca y ella le muestra un vaso de vidrio conteniendo una estrella de mar que es utilizado por la muchacha para sujetar los diarios. A solas, el hombre examina extasiado, los lentos movimientos del animal.
Los periódicos son arrastrados por el viento; el hombre corre tras ellos y recogiendo uno del suelo lo lee. La mujer pasea en solitario.
«Bella como una flor de cristal».
La mujer, recibe al hombre tocada con un antifaz, que ella retira para dejar su rostro al descubierto.
«Bella como una flor de carne».
El hombre estudia, interesado, las líneas pintadas de su propia mano.
«Es necesario golpear a los muertos cuando están fríos».
El hombre, obsesionado por no poder llegar a materializar sus deseos, hace de la mujer el objeto de sus sueños. La mujer vuelve a pasear sola; esta vez el hombre sale a su encuentro, pero otro hombre entra en escena y agarrando a la muchacha por el brazo, se aleja con ella, ante el desconcierto del primero. En privado, el hombre mira la estrella de mar, con la que evoca a su hembra añorada.
El espejo en que se refleja el rostro de la mujer se rompe.

En 1921 Man Ray, un pintor abstracto nacido en Filadelfia, decide establecerse como fotógrafo profesional en París. Ray se integra rápidamente en los círculos dadaístas, cuyas filas conforman artistas como Erik Satie, Georges Auric, además de Marcel Duchamp y Francis Picabia, dos viejos amigos que conoció años atrás en Nueva York. Fruto tanto de sus inquietudes experimentales en el campo de la fotografía, como de sus motivaciones intelectuales, surge su primer ensayo cinematográfico, que es titulado El retorno a la razón (Retour à la raison, 1923).
Al año siguiente, Ray participa junto a varios de sus compañeros en el reparto de Entr'acte (1924), segunda película de René Clair, que va a erigirse en una de las obras más sorprendentes y rupturistas de la vanguardia del cine. En 1925, Ray colabora con su amigo Duchamp en la realización de Anémic Cinéma, un espléndido trabajo que destaca por la utilización de fotorrelieves. En su segundo film Emak bakia, Ray explora los efectos de la luz sobre diferentes objetos, componiendo un curioso universo de formas.
L'étoile de mer surge de la intención de Ray de plasmar en imágenes un poema que le ha regalado su amigo Robert Desnos.
Mediante ingeniosos trucos, el uso sistemático del flou y un tratamiento de personajes cercano a la estética impresionista de Marcel L'Herbier, Ray recrea a la perfección el mundo de Desnos y lo enriquece, mostrándonos una obra nueva, una fascinante visión onírica rebosante de belleza, por encima de cualquier lógica argumental. Aunque en esa tendencia a la abstracción parece acercarse Ray al discurso surrealista, a diferencia de éste, las búsquedas del realizador se centran fundamentalmente en la plástica. En medio de esta historia de impotencia y fetichismo, que invita al espectador buscador de simbolismos a relacionar la estrella de mar con una vagina, aparecen las sugerentes imágenes entrevistas a través de cristales distorsionantes, a manera de advertencia del subjetivismo que encierra el medio cinematográfico.
La película se estrena, junto a otros dos films, el 28 de setiembre de 1928 en el Cinema des Ursulines, y al mismo asisten, además de sus autores, diversas personalidades del mundo del cine, como René Clair o Alberto Cavalcanti.











L`etoile du mer - Man Ray (1)


L `etoile du mer - Man Ray - (2)


Thèmes et variations - Germaine Dulac


Thèmes et variations - Germaine Dulac (2)


Le Ballet Mécanique - Fernand Léger


Ballet mecánico
Director: Fernand Léger
Guión: Fernand Léger
Productora: Synchro Ciné
Estreno: 30 de septiembre de 1924
País: Francia.

Una mujer se columpia. Una rápida sucesión de imágenes nos muestran botellas, un sombrero, un triángulo. Alternativamente vemos unos labios que sonríen y un sombrero. Engranajes. Péndulo.
La mujer columpiándose vista desde arriba. Más péndulos. Triángulo-círculo alternados.
Ojos atónitos. De entre unas imágenes indefinidas surge un rostro masculino. Triángulo-círculo.
Números 1-2-3. Botellas. Imágenes indefinidas. Péndulos. Ojo derecho e izquierdo mostrados separadamente. Péndulos. Elemento giratorio.
Imágenes urbanas: un tobogán por el que bajamos, pies de soldados desfilando, coches, atracción de feria, círculos, cuadrados. Diversas máquinas. Triángulo-círculo. Nuevas máquinas cuyos engranajes giran.
Una mujer abre y cierra los ojos. Separada en tres tandas se nos muestra hasta 24 veces la secuencia de una mujer subiendo una escalera con un bulto sobre el hombro.
«On a volé an collier de perles de 5 millions». El robo del collar se anuncia repetidamente de forma fragmentada. Una mujer gira su rostro 180°. Una figura acartonada se acerca y aleja de la cámara en movimiento pendulante.
Rostro de una mujer que pasa la mano por su cara. Círculo triángulo. Discos que giran. Gran número de cacerolas alineadas. Un círculo se acerca y aleja. Piernas de maniquí desde diversas posiciones. Péndulos. Sombrero.
Mujeres en espejos distorsionantes. La mujer gira la cabeza al lado contrario. Botellas. Una figura chaplinesca se descompone. La mujer, que antes se columpiaba, ahora huele unas flores.

El pintor francés Fernand Léger encuentra en el medio cinematográfico un terreno experimental para el desarrollo del universo futurista que le apasiona.
Léger toma prestados de la realidad diversos objetos cotidianos y nos los presenta fuera de su contexto habitual y carentes de toda identidad. Para lograr ese efecto, los objetos son constantemente repetidos en la pantalla y mezclados con rostros humanos dotados de movimientos mecanizados, además de diversas figuras geométricas.
Este auténtico aluvión de imágenes nos es mostrado a ritmo variable y algunas de ellas, por su rapidez, llegan a resultar imperceptibles al ojo humano en una proyección normal. Sólo en su pase a cámara lenta o fotograma a fotograma, logran ser captadas, lo que parece un tímido intento del realizador por mostrarnos el oculto poder de lo subliminal.
Con la insistencia de sobreimpresiones, distorsiones y repeticiones, Léger crea un efecto abstracto, en el que celebra la forma geométrica y el movimiento mecánico, en un ejercicio no exento de sentido del humor. Poco importa que su apuesta sea fundamentalmente estética, que el ordenamiento de sus imágenes resulte gratuito o que el discurso fílmico carezca de contenido. En todo caso, el placer visual basado en su encanto decorativo, el regocijo intelectual en la búsqueda minuciosa de un hipotético substrato, y sobre todo las posibilidades que la película abre en el medio cinematográfico, avalan la enorme importancia del film.
La película se estrena en Viena a finales de setiembre o a primeros de octubre de 1924; el 3 de mayo del año siguiente lo hace en Berlín; en Londres y Nueva York se efectúa simultáneamente, el 14 de marzo de 1926, convirtiéndose en un film de proyección obligada en circuitos cinematográficos especializados.
Unos problemas previos de distribución van a provocar, sin embargo, que el film no sea estrenado en París hasta finales de la primavera de 1926.