Un perro
andaluz
Directores: Luis Buñuel, Salvador Dalí
Guión: Luis Buñuel, Salvador Dalí
Producción: Luis Buñuel, Salvador Dalí
E: 6 de junio de 1929
País: Francia
Un hombre afila
una navaja de afeitar y con ella corta el ojo de una mujer.
Ocho años después. Un joven ciclista extrañamente ataviado, pedalea
por entre las calles. Una mujer que le observa desde su ventana ve como el
ciclista se desploma; rápidamente la joven baja a la calle y besuquea al joven.
En la habitación, la mano del ciclista se cubre de hormigas.
Una mujer vestida de hombre que empuja con su bastón una mano cortada es
atropellada por un coche. Dentro de la casa, el joven acaricia los pechos de la
mujer. Esta huye y el ciclista la persigue, pero se lo impide el peso de dos
sacerdotes y dos pianos de cola con dos burros putrefactos encima. La mano del
ciclista queda atrapada en la puerta y vuelve a cubrirse de hormigas.
Hacia las tres de la mañana llega un extraño que rompe
el vestido que el ciclista ha vuelto a colocarse, y lo tira por la ventana.
Dieciséis años antes, el extraño, que resulta ser él mismo en su
juventud, da dos libros al ciclista. Los libros se convierten en revólveres, y
el ciclista dispara contra el extraño que cae muerto en una campiña. Su cuerpo es
trasladado por unos señores.
La mujer ve una mariposa en la pared y el ciclista se borra la boca de
la cara con la mano. En su lugar le aparece el sobaco de la mujer; ella le saca
la lengua y se va. La mujer llega a la playa, donde besa a al hombre que la espera.
Entre las rocas descubren las ropas del ciclista.
En primavera el hombre y la mujer están enterrados en la arena
hasta la cintura.
En esta época, el interés de Luis Buñuel por el cine es muy grande y
propone a su amigo Salvador Dalí el realizar una película juntos. Será la
confluencia de los sueños de ambos (la mano de Dalí, llena de hormigas; y
Buñuel, cortando el ojo a alguien) el germen que va a dar origen a Un chien andalou.
El guión está terminado en una semana y en su realización sólo prevalece
una máxima, la de no aceptar ninguna idea que pueda conducir a una explicación
racional de la historia. La película se financia con la mitad de las 25.000
pesetas que le ha dado a Buñuel su madre. La otra mitad se la ha gastado el
futuro realizador en juergas con los amigos.
Si bien su fondo es absolutamente irracional y la falta de concordancia
entre las escenas manifiesta (tanto en lo espacial como en lo temporal), una
por momentos supuesta coherencia de los personajes, así como la insistencia por
parte del realizador en subrayar determinados objetos, invita al espectador a intentar
encontrar explicaciones lógicas a lo irracional.
El título, Un perro andaluz -explica Buñuel-, obedece a un libro
de poemas que él tenía listo para imprimir en 1927 y no es, como asegura García
Lorca, un insulto contra su persona.
La película se preestrena en abril de 1929 en el Studio des Ursulines de
París. A pesar de su clara intención provocadora, de los numerosos desmayos que
origina, de dos abortos que tienen lugar durante su proyección y de la
presentación de más de 30 denuncias en la comisaría de policía, la película no
es prohibida y permanece 9 meses consecutivos en cartel. La aceptación que el film
obtiene entre los miembros del grupo surrealista provoca la integración de
Buñuel en su movimiento, aunque luego, a algunos de ellos, les irrite
sobremanera y les cueste entender el gran éxito de audiencia de una película dirigida
a ofender precisamente al público que la aplaude.
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