En 1924, el poeta André Bretón
crea un manifiesto, dándole el nombre de surrealismo, donde
proclama la superioridad del inconsciente y la importancia de los sueños en el
ámbito artístico. Si bien éste fue un movimiento inicial literario, de inmediato
fue adoptado por el arte pictórico. Joan Miró y André Masson seguían
defendiendo el automatismo como mecanismo libre de la intervención de la razón.
Pero en cambio Salvador Dalí, R. Magritte y otros, consideraban también que era
válida la figuración naturista. El surrealismo es un movimiento extenso, que
inspira una nueva sensibilidad. Sus fines son provocar la expresión libre de
todo aquello que considera lo más interno en el hombre; su inconsciente y su
imaginación. El Surrealismo intenta unir dos estados, en apariencia
contradictoria, como son los sueños, con la propia realidad, o sea la SURREALIDAD ,
de allí el nombre al movimiento. En el Surrealismo encontramos obras donde se
expresa el mecanismo del pensamiento, sin el juez de la razón, que se desarrolla
libre de miradas estéticas o morales. Existe un punto en el espíritu, donde lo
imaginario y lo real, la vida y la muerte, o el pasado con el futuro, dejan de
enfrentarse, para plasmarse en la obra surrealista.
"Hoy convergen en un punto
todos los grandes movimientos artísticos del Siglo XX. El Arte Contemporáneo se
nutre, casi indiscriminadamente, del Expresionismo, de la Figuración , del
Realismo, del Conceptualismo, del Surrealismo, del Pop... etc., en una amalgama
pictórica que le da una fuerza y riquezas, una libertad y un esplendor,
fabulosos. El Arte Contemporáneo, el Arte de Hoy, con sus luces y sombras, goza
de una salud y una potencia que seguro se extenderá por muchos años
enriqueciendo el Arte del Futuro."
José Manuel Merello
Andrè Breton |
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