Die Büschse der Pandora
D: Georg Wilhelm
Pabst
P: Seymur Nebenzahl y
George C. Horsetzky para Nero-Film Ag, Berlín.
Estreno: 30 de enero de 1929.
País: Alemania.
Lulú es una
joven amoral, abiertamente entregada a los placeres del amor, que no repara en la
edad ni en el género de sus parejas. Un día se presenta en el apartamento de
Lulú su amante y protector Peter Schön, quien le anuncia su intención de
casarse con otra mujer. A pesar de eso Lulú le seduce, pero después, Schön descubre
a un hombre escondido en la casa. Se trata de Schigolch, al que la joven le
presenta alegremente como un antiguo mecenas.
Alwa Schön,
hijo de Peter, no comprende la actitud de su padre para con Lulú, de la cual él
está enamorado y para quien escribe una revista musical. A una de las primeras
representaciones de la obra acude Peter con su novia.
Al verlos, Lulú
queda desconsolada y rehúsa salir a escena. En un intento por consolarla Peter acaba
sucumbiendo a sus encantos y decide romper su compromiso y casarse con Lulú.
Durante la
fiesta de bodas, Lulú se divierte con todos los invitados ante la desesperación
de Peter; baila el tango con una lesbiana y se muestra cariñosa con Schigolch
y Alwa. En el curso de una disputa, Lulú mata a Peter.
La muchacha es condenada a cinco años de prisión, pero logra escapar.
Alwa se ve obligado a emplearse como jugador profesional y a hacer
trampas para mantener a Lulú y poder pagar un chantaje al marqués de
Casti-Piani, un aristócrata decadente que ha reconocido a la muchacha. Tras verse
implicados en la muerte de Rodrigo Quast, un funambulista que les pide dinero,
Lulú, Alwa y Schigolch huyen en barco a Londres. Allí la joven debe trabajar como
prostituta para mantener al grupo. Es Navidad y un extraño cliente, Jack el Destripador,
sube con Lulú a la habitación donde le da muerte.
La película es una adaptación de dos obras de teatro de Frank Wedekind: El
espíritu de la tierra y La caja de Pandora. Con objeto de mantener
la homogeneidad del relato, Pabst se ve obligado a sintetizar la historia y a
eliminar algunos personajes, a pesar de lo cual, el realizador logra conservar
toda la brutalidad y carga sexual presente en las piezas originales.
El enorme problema que supone llevar a la pantalla la intensa y profusa
temática de Wedekind, es resuello por el realizador mediante el espléndido
tratamiento de la imagen. El virtuosismo con que Pabst maneja el lenguaje
visual a través de elipsis, superposiciones o encadenado de secuencias,
convierte en sencillo lo imposible y transciende el diálogo de sus personajes, hasta
dar la sensación de que éstos están provistos de capacidad para pensar.
Después de una intensa búsqueda de la actriz que ha de interpretar a
Lulú -Marlene Dietrich se encuentra a punto de obtener el papel-, la respuesta afirmativa
de la Paramount
ante los requerimientos de Pabst confirma que será Louise Brooks quien lo
encarne. La actuación de la artista americana descubre el gran acierto de la
elección del realizador, que sólo la conocía por el film Una mujer en cada puerto
(A Girl in Every Port, 1928) de Howard Hawks. Toda la sensualidad,
vulnerabilidad y capacidad degradante de la omnisexual Lulú, cazadora y
víctima al mismo tiempo, la logra transmitir Louise Brooks en el «papel de su
carrera» y con el que ya nunca dejará de identificársele. Durante el rodaje,
Pabst se esfuerza en condicionar los estados de ánimo de Brooks a los que Lulú
precisa en cada momento y para ello el realizador no duda en presionar
sicológicamente a la actriz. Un método ciertamente tiránico pero, a la vista de
los resultados, no poco efectivo.
El film se estrena el 30 de enero de 1929 en el Gloria-Palast de Berlín.
Impacta al público la desinhibición del planteamiento, mucho más explícito que
el de la versión interpretara Asta Nielsen cinco años antes, pero la película
no alcanza gran éxito.
La explicación hay que encontrarla en el asentamiento cada vez más
general del cine sonoro en Alemania.
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