sábado, 28 de julio de 2012

Sinfonía diagonal - Viking Eggeling


Diagonal Symphonie
Director: Viking Eggeling
Guión: Viking Eggeling (desfile de dibujos abstractos)
Productora: Universum Film A.G. (Ufa), Berlín
Estreno: 9 de mayo de 1925
País: Alemania
Intérpretes: Dibujos animados

Sobre un fondo negro aparecen formas abstractas blancas, que a modo de anuncios fosforescentes, se encienden y luego se difuminan. Tales formas, que se mueven mediante oscilaciones y modulaciones, van progresivamente haciéndose más complejas, llegando a adquirir una estética mucho mas abigarrada a lo largo de la obra. En un principio se exhiben estructuras lineales, compuestas por elementos rectos, semejantes al boceto de un arpa o un peine deformado. Otras formas más pequeñas, con aspecto de corchetes, aparecen en pantalla descentradas y dispuestas en diagonal.
Manteniendo su morfología dentada, las estructuras se ven enriquecidas por el nuevo trazado que las domina: la línea curva. Esta estética impone un grupo más estilizado. Las figuras son cada vez más elaboradas y, de una manera rítmica, las formas van modificándose mediante ramificaciones que surgen de una estructura ya existente, mientras otras desaparecen de la matriz. Esta es, asimismo, cambiante y desaparece también dejando que una nueva parte de la estructura realice su función.
Llegado a un punto, todas las variaciones descritas se articulan simultáneamente, hasta conformar un espléndido conjunto complejo y armónico, que parece estar dotado de relieve y cuyas piezas modifican continuamente sus colores en una amplia tonalidad de grises.
Tras la profusión de formas complejas, vuelven a aparecer en pantalla los elementos iniciales para, desprovistos de toda ampulosidad y con la misma suavidad que mostraron inicialmente, poner punto final a la sinfonía diagonal.
Las preocupaciones pictóricas del artista sueco Viking Eggeling le llevan a efectuar numerosas investigaciones en dicho terreno.
De su amistad con el también pintor alemán Hans Richter va a derivarse una importante colaboración durante más de dos años.
Tras el frustrado intento de llevar al cine sus trabajos con el rodillo, Eggeling se plantea un nuevo proyecto: Diagonal Symphonie, con la que finalmente verá cumplido su objetivo. Realizado en Berlín entre 1921 y 1924, el film va a necesitar de tres años de trabajo para su conclusión, y representa  el primer intento de animación abstracta a nivel cinematográfico.
El cine imperante, como arte nuevo, ha buscado en la literatura y en el teatro el substrato del que, por su pasado inexistente, carece. En un intento de aprovechar al máximo las posibilidades que ofrece el medio cinematográfico, Eggeling abre una nueva vía, utilizando la pintura como alternativa artística. Si bien desde principios de siglo, diferentes artistas han intentado liberar al cine de la esclavitud de la narración, es el pintor sueco el primero en expresar en imágenes el movimiento puro.
Los elementos básicos y las formas simples son animadas mediante un proceso rítmico. Dichos componentes aparecen tan ligados al arte musical, que acaban confiriendo al experimento los modos de una bella sinfonía muda. En ella, las notas serían sustituidas por el grafismo y el minucioso estudio al que son sometidos los intervalos de tiempo lo hacen equiparable a la más académica de las melodías. El ritmo de adagio, en la que nos es presentada finalmente la obra, resulta de un esfuerzo del realizador para favorecer su asimilación.
La película se estrena en Berlín el 9 de mayo de 1925, provocando los elogios de la crítica y numerosas reacciones en los medios artísticos, entre ellas la de Niklos Bandi, el grupo dadaísta Noviembre y la revista De Stijl. Desgraciadamente, Eggeling no va tener tiempo de comprobar la repercusión futura de su experimento, ya que muere el 19 de mayo de 1925; tan sólo unos días después de que su film haya visto la luz.











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