viernes, 27 de julio de 2012

Arsenal - Alexander Dovzhenko


Director: Alexander Dovzhenko
Guión: Alexander Dovzhenko
Productora: VUFKU (Odessa)
Estreno: 25 de febrero de 1929.
País: URSS.

Ucrania. Tras el estallido de la Gran Guerra, el fantasma del hambre y el frío invade los hogares de obreros y campesinos. Los campos, antaño proveedores de abundantes cosechas, aparecen estériles. Mientras la desesperación hace presa en el pueblo, en el frente miles de soldados sufren los horrores de la sangrienta batalla. Esparcidos por el suelo, yacen los cuerpos inertes de los muertos, algunos de los cuales parecen dibujar en su rostro un rictus macabro. Pero, para los soldados, la guerra no tiene sentido y, desertando de las trincheras, comienzan a regresar a la patria.
En Kiev la burguesía intenta mantener su hegemonía y para ello organiza el Gobierno Central. Timosh, un obrero ucraniano que acaba de llegar del frente, se erige en portavoz del malestar popular, y tomando la palabra en el Congreso de los Soviets Ucranianos, denuncia la política traidora del gobierno. Junto a otros compañeros, Timosh llega a la fábrica Arsenal, centro de la actividad militar de Kiev.
Manifestando su descontento ante el abuso de los terratenientes y en demanda de tierra para los trabajadores, la fábrica comienza una huelga. Como respuesta a la insurrección, los cosacos atacan la fábrica sin piedad.
En un principio, son contenidos por la heroica defensa de los obreros. Pero las fuerzas son desiguales y Arsenal es tomada finalmente por las bandas de cosacos a caballo, que irrumpen en la fábrica. Habiendo sobrevivido a duras batallas en el frente, Timosh se ve ahora rodeado por las fuerzas ocupantes que disparan sobre él. El joven se mantiene erecto y descubriéndose el pecho grita a sus enemigos: «¡Disparad! Existe algo que jamás podréis matar», mientras una segunda ráfaga impacta en su cuerpo.

Arsenal supone la quinta realización de Alexander Dovzhenko, y después de La montaña del tesoro (Zvenigova, 1928), la película va a convertirse en su segunda obra maestra. Escrita por el propio Dovzhenko en poco más de dos semanas, el director nos presenta la clase obrera ucraniana y las motivaciones que la llevan a rebelarse contra el poder central.
A través de la originalidad de sus procedimientos estéticos, donde lo natural y artístico se funden formando un todo, Dovzhenko nos muestra su propia realidad, auténtica y armónica. A diferencia de otros realizadores soviéticos, el director ucraniano no fundamenta su tesis en los dogmáticos principios gubernamentales.
Muy al contrario, Dovzhenko se aleja de ellos para presentar su significación revolucionaria de un modo muy personal. Combatiente por la liberación de su país, Dovzhenko siente lo que cuenta como parte de sí mismo, y de ello nace una narrativa fuerte e intensa. Así, la visceralidad presente en Arsenal es fruto de la propia convicción moral y de su profunda identificación con el tema que aborda.
Logra, de esta manera, convertir un relato de mínima base argumental sobre las luchas obreras de su Ucrania natal en un extenso poema, violento, bello e imborrable. La seducción que en Dovzhenko ejerce el aspecto formal hace que no dude en utilizar un lenguaje complicado, que obvia la presentación de elementos que contribuyen, precisamente, a hacer asequible el film. La complejidad interpretativa que tal profundización formal pudiera ocasionar al gran público, no le preocupa en absoluto al realizador, como tampoco las críticas de quienes aseguran que para la degustación total de su universo, es necesaria una cierta cualificación en el tema.
Tras los seis meses que requieren su filmación y montaje, la película se estrena el 25 de febrero de 1929 en Kiev. Con el éxito que logra, Dovzhenko se erige en uno de los maestros del cine soviético, reafirmándose, además, como el poseedor del lenguaje cinematográfico más personal de todos ellos.











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