HOLLYWOOD
SE IMPONE
Paralizado el cine europeo por el desarrollo
de la contienda mundial, la industria de Hollywood pudo conquistar cómodamente
unas posiciones comerciales y una primacìa industrial, base de la situación que
ha conservado hasta nuestros días.
Hollywood comenzó a imponer sus películas en
todos los mercados (con las eficaces fórmulas coactivas del block-booking y del blind-booking) gracias al creciente prestigio de sus estrellas,
convertidas en auténticos arietes comerciales. Son los días de gloria de Mary
Pickford y de Douglas Fairbanks.
Para competir con las vamps
y el lujo de las producciones de William Fox,
Lasky contrató a la cantante Geraldine Parrar a la que De Mille dirigió en María
Rosa (María Rosa, 1915), Carmen
(Carmen, 1915) y Tentación
(Temptation, 1915). Pero la obra
que cimentó la fama de De Mille y prestigió definitivamente al cine
norteamericano en Europa, obteniendo un éxito inmenso, fue La
marca del fuego (The cheat, 1915).
De La marca
del fuego escribió Rene Clair:
«He aquí el triunfo del cine sobre el teatro»; el exigente Louis Delluc emitió
un juicio que se ha hecho célebre: «Por primera vez vemos un film que merece
este nombre. The cheat tiene,
sobre todo, el valor de una cosa completa. Las obras geniales no son siempre
completas. Aquí no se ve el genio. Un músico no hablará de genio ante la Tosca de Puccini. Sin
embargo, todos reconocerán que se trata de una cosa completa, organizada con
una destreza y una maestría admirables. The
cheat es la Tosca del cinema.» El
compositor Paul Souday, sensible a las imágenes de De Mille, se inspiró en su
argumento para escribir una ópera. Y las masas parecieron confirmar el juicio
de los críticos e intelectuales, arremolinándose en la entrada de los cines en
que se proyectaba La
marca del fuego. En
París batió todas las marcas al permanecer diez meses consecutivos programada
en el Select. Jamás
una película había despertado tanto interés en Europa.
Y ¿qué queda hoy de esta Tosca
cinematográfica? Nada; apenas nada. El
detritus de un mal melodrama policíaco, escrito por Héctor Tumbull y asentado
en el eterno triángulo. Veamos el asunto: un hombre ha robado diez mil dólares
en una rifa de beneficencia para pagar una deuda de juego. Su esposa (Fanny
Ward) trata de obtener esta suma; le promete a un rico japonés (Sessue
Hayakawa) que se entregará a él si le da tal cantidad. El japonés cumple lo
estipulado, pero el azar hace que la mujer obtenga el dinero por otro conducto
y entonces rechaza al japonés, que airado le marca la espalda con un hierro al
rojo. El japonés aparece asesinado y se detiene al marido como sospechoso.
Pero ante el tribunal la mujer confiesa la verdad, rasgando sus vestidos para
mostrar, sobre su blanca piel, la marca del fuego. Naturalmente, como Friné,
conquista la clemencia de sus jueces.
He aquí el melodrama químicamente puro. Sin
embargo, su novedad radicaba en que por vez primera el cine trataba de desarrollar
un drama en términos de conflicto psicológico. Superando el esquematismo épico
de los westerns y
de los seriales de aventuras y rebasando los monigotes de los dramas mundanos
del cine danés o italiano, Cecil B. De Mille trató de bucear en un nuevo campo
de acción: el de los sentimientos y de las motivaciones internas. Pero estamos
todavía muy lejos de Antonioni. De Mille recurre, con perspicaz intuición, al
uso reiterado de primeros planos de los rostros, cuya sobriedad interpretativa
elogió la crítica de la época, aunque hoy se nos antojan simplemente grotescos.
Fue, sin embargo, en nombre de la sobriedad y matización expresiva de Hayakawa
y del uso del primer plano en lo que se basó la crítica para hablar de ruptura
con el teatro. El sendero estético era correcto, pero faltaban los términos de comparación:
la elogiada contención interpretativa era un valor del momento histórico
relativo y contingente, inadmisible ya para un espectador de 1925, año en que
florecen obras capitales del cine alemán y ruso.
No obstante, a pesar de estas limitaciones,
Cecil B. De Mille demostró poseer una extraordinaria capacidad de asimilación
técnica. Su empleo de la iluminación artificial marcó una fecha en la historia
del cine. Por vez primera se utilizaban los efectos de iluminación angulada,
siluetas, sombras inquietantes, no meramente naturalistas, sino simbólicas,
como la luz que cae sobre el ídolo oriental mientras, en la penumbra, luchan el
japonés y la mujer; como esas rejas de la cárcel cuya sombra se proyecta por
vez primera (¡cuántas veces lo veremos después!) sobre el marido preso...
Añádase a eso el espectacular desenlace en un proceso judicial (fórmula nueva,
pero que se hará tópica en el cine norteamericano), el toque de exotismo y el
lujo de los ambientes, todo destinado a bombardear los centros nerviosos del
espectador con métodos inéditos hasta entonces. Decididamente, estamos muy
lejos del rudimentario cine épico, d¡e
las praderas y las cabalgadas. El cine, todavía balbuciente, está tanteando un
camino nuevo. Los actores no son ya símbolos abstractos, ideas materializadas,
como en Griffith, sino seres movidos por pasiones y sentimientos. El paso es
importante, pero al intentar expresar un drama psicológico, De Mille desemboca
en el burdo efectismo del Grand
Guignol. El cine de 1915 no
podía Ilegítimas lejos. Hoy sabemos que, por su misma naturaleza, el cine mudo
es un vehículo incómodo para exponer con convicción las sutilezas de un
conflicto psicológico. Pero De Mille siguió explorando este terreno en su
importante ciclo de «comedias matrimoniales», suntuosas y sofisticadas, cuya
aceptación reveló la mutación del público norteamericano desde 1918, formado
sustancialmente desde entonces por la burguesía de las ciudades. La
sensibilidad de De Mille para captar los cambios de gusto del público era muy
fina y sus comedias de alcoba (que impusieron el nombre de Gloria Swanson)
introdujeron en la producción norteamericana un nuevo estilo.
Fecha de Nacimiento
Fecha de fallecimiento
21 de enero 1959 , Hollywood, Los Ángeles, California,
EE.UU.
Biografía
Sus
padres Henry C. DeMille y Beatriz DeMille eran dramaturgos. Su padre murió cuando él tenía 12
años, y su madre mantenía a la familia mediante la apertura de una escuela para
niñas y una compañía teatral. Demasiado
joven para alistarse en la Guerra Española-Americana , siguió a su hermano
Cecil William C. de Mille a la New York Academy of
Dramatic Arts, su debut fue en 1900. Durante doce años fue el actor /
director de la compañía teatral de su madre. En
1913, Jesse L. Lasky , Samuel Goldwyn y DeMille formaron la Compañía de Cine de Lasky
(que años más tarde se convirtió en Paramount
Pictures), y al año siguiente se fue al oeste hacia California y produjo la
exitosa película The Squaw Man (1914), de importancia histórica
por ser el primer largometraje producido en Hollywood. Abogó por el interruptor de corto a
largometrajes y se lo identifica a menudo con “Hollywood como la capital cinematográfica del mundo”. En lugar de poner su dinero en
estrellas conocidas, hizo hincapié en los valores de producción. Él también desarrolló estrellas, en
especial de Gloria Swanson . Produjo
y dirigió 70 películas y participó en muchas más. Muchas de sus películas fueron
comedias románticas sexuales. Su
obra más conocida fueron las epopeyas bíblicas: El Rey de Reyes (1927), Los Diez mandamientos (1923), y Las Cruzadas (1935).De 1936 a 1945 organizó y dirigió
la hora de duración "Lux Radio Theatre", que reunió a los actores y
las historias de muchas películas a las ondas de radio y lo estableció como el
símbolo de Hollywood. Apareció
como él mismo en el clásico El crepúsculo de los Dioses(1950)
con su ex estrella Gloria Swanson como la ficticia perturbada ex actriz
de cine mudo Norma Desmond.
Fue
uno de los 36 co-fundadores de la
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas
(AMPAS).
Él
es quizás el único director que filmó dos nuevas versiones de sus películas: The Squaw Man (1914) (la primera película que
dirigió alguna vez), El prófugo (1918) y El Prófugo (1931).
A
su muerte DeMille estaba en el proceso de producción / dirección de una
película épica sobre la creación de los Boy Scouts, con la estrella James Stewart . Sus
trabajos incluyen un script de bienes y material de investigación extensa.
Tiene
dos estrellas en el Paseo de la
Fama de Hollywood: para imágenes en movimiento en la calle
Vine, 1725 y para la radio en el 6240 de Vine Street en Hollywood, California.
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